El rato que te aceptas indigente
hambre necesidad hueco agujero
ese rato
ya no hay nada que te asuste
y empiezas a dar miedo
ese rato
que te encerrarías a llorarte
reconociendo sólo tu cadáver
si eres capaz de recoger la sal
te vuelves brillante
ese rato
que te reconoces sólo piel
sólo boca
sólo sangre
deberían colgarte un cartel
“Peligro, nada que perder”
con la energía que no cabe en tu cuerpo
podrías dar luz a diez ciudades
podrías cegar veinte navidades
podrías quemar todas las bibliotecas
fundir todos los plomos.
(de miercopoetas ratas cafetineras, en facebook 1311226, estará en "No ardo... " esta primavera)
No hay comentarios:
Publicar un comentario